RECORRIDO DEL ALCOHOL EN EL CUERPO HUMANO

ABSORCIÓN. Debido a su bajo peso molecular, el alcohol no requiere de un proceso de digestión y es absorbido directamente en su estado original a través de la pared del intestino delgado, colón, de la mucosa estomacal y cualquier otra mucosa. Con el estómago vacío, en 30 minutos es absorbido; Con el estómago lleno, las enzimas encargadas de degradar los alimentos tendrán más tiempo para actuar sobre el alcohol. Así demora en pasar a la sangre, entre 1 y 2 horas; la velocidad aumenta proporcionalmente con la graduación alcohólica de la bebida.

DISTRIBUCIÓN. El alcohol es hidrosoluble y se distribuye a través de la sangre uniforme y rápidamente por todos los tejidos del organismo. El alcohol se diluye en el cuerpo en proporción a la cantidad de agua que el cuerpo posea.

Frecuentemente el cuerpo de las mujeres contiene una menor proporción de agua que el de los hombres, entonces el alcohol queda más concentrado, alcanzando un mayor nivel de alcoholemia que el alcanzado por los hombres en igual cantidad de alcohol ingerido.

METABOLIZACIÓN. Entre el 90 y 92 % del alcohol ingerido se metaboliza (oxida) casi exclusivamente en el hígado; el resto, a través de la orina, el sudor, la leche materna y la respiración. La metabolización ocurre más lentamente que la absorción, por lo que hay que controlar su ingesta. Grandes cantidades de alcohol pueden llegar a provocar un colapso hepático o coma etílico.

ELIMINACIÓN. El ritmo de eliminación es constante: 120 miligramos por kilogramo de peso y por hora (unos 8-12 mililitros por hora). El hígado elimina el alcohol ingerido en un ritmo constante e independiente del grado de alcohólemia. El tiempo de eliminación depende por lo contrario de múltiples factores como La cantidad y el grado de alcohol de la bebida, El peso, El sexo y naturaleza, La alimentación, tanto el tipo como la cantidad de alimento, El tiempo transcurrido desde la última ingesta y la mezcla del alcohol con drogas o medicamentos, que potencian sus efectos tóxicos.

EFECTOS DEL ABUSO DE BEBIDAS ALCOHÓLICAS

El consumo abusivo de alcohol a corto y largo plazo puede causar distintos efectos en la salud como:

a. La Intoxicación etílica o borrachera produce falta de coordinación, dificultad para mantener el equilibrio, visión doble o borrosa, mareos, vómitos, lenguaje alterado etc. (Cuanto mayor sea el consumo, más tardará el organismo en eliminarlo).

b. La Dependencia. Se produce tras un consumo abusivo y frecuente, consiste en la necesidad de consumir bebidas alcohólicas con dificultad para controlar su consumo, lo que finalmente conducirá al síndrome de abstinencia.

c. El Síndrome de abstinencia se presenta cuándo se deja de beber la cantidad de alcohol que frecuentemente se consume. Algunos síntomas son: vómitos, alucinaciones, temblores, depresión, ansiedad, taquicardias, hipertensión, dolor de cabeza, insomnio, ansiedad, depresión, irritabilidad, sudoración, desorientación, alteraciones de la memoria, etc.

d. La Tolerancia es la adaptación del cuerpo a una sustancia, de manera que cada vez se hace necesario consumir mayor cantidad para sentir los mismos efectos que antes, aumentando a su vez las lesiones corporales y cerebrales, que tras un periodo de tiempo provocan enfermedades como la cirrosis, deterioro del sistema nervioso central, problemas cardiacos, cáncer de hígado, cánceres del tracto digestivo etc.